jueves, 22 de enero de 2009

En mis atosigantes elucubraciones llegué a la conclusión de que la culpabilidad de mi desgracia pesaba ya sobre la ciudad entera.

No tenía yo entonces madurez suficiente como para aceptar que aquel viaje de enriquecimiento cultural sólo un envoltorio, de cara a la galería, para ocultar la verdadera naturaleza de mi partida: una huída, una huída sin remedio, condenada al fracaso desde el principio, porque fuera a donde fuera siempre acabaría chocándome conmigo misma, y cada nuevo golpe sería aún más doloroso que el anterior.

Tras contemplar la Quinta Parroquia, seguí caminando. Sola.

viernes, 16 de enero de 2009

Sylvia Plath y Anne Sexton: amigas y rivales (I)


Hacía tiempo que quería escribir un post sobre la legendaria y requeteanalizada presunta competitividad que se establece entre las mujeres, es decir: la rivalidad femenina. Y hoy, al leer en el periódico que se está preparando una nueva edición de la obra de Anne Sexton, la polémica poetisa norteamericana que fuera amiga de la también poetisa Sylvia Palth (y que al igual que ésta, también vivió aquejada de problemas mentales hasta perecer por su propia mano), he encontrado un motivo de peso para hacerlo; porque sucede que en este artículo, aparte de mencionar la gran amistad que se estableció entre ambas mujeres (coincidieron por primera vez en un curso de literatura cuando Plath contaba con 27 años y Sexton con algo más de 30), la palabra "rivalidad" se menciona unas cuantas veces.


Anne Sexton, ama de casa maltratada por su padre y su marido (y maltratadora a su vez de sus dos retoños), aparte de admirar a su amiga Sylvia (legendarias eran sus borracheras existenciales a base de martinis en el Ritz de Bristol), no podía por menos de envidiarla. Porque pese a que la crítica describa los poemas de Sexton como más auténticos y voraces que los de su amiga, era Sylvia, trastornos y depresiones aparte, la "mejor" de las dos: físicamente más hermosa, hija mimada de un prestigioso profesor austriaco y una ama de casa cariñosa, y para más inri, donataria de un gran éxito de crítica y público desde sus primeras publicaciones, popularidad de la que Sexton jamás gozó; al menos, en vida...


La relación de amistad entre ambas era tan intensa que cuando Sylvia acabó con su vida introduciendo su cabeza en un horno a la temprana edad de 32 años, alentada por un desolador contexto (su marido, el poeta Ted Hughes la había bandonado por la también poetisa suicida Assia Wevill, dejándola sola con sus dos hijos pequeños), Sexton explotó reivindicando la muerte de su amiga: "esa muerte era mía", declaró, y después increpó a Sylvia, a través de un desgarrador poema, que se hubiera suicidado sin contar con ella; eran múltiples las veces que ambas habían hablado en sus borracheras del deseo de arrebatarse la vida. Y Sylvia no la invitó al "acontecimiento". Hasta en eso la había superado.


Ya sé que lo que voy a escribir a continuación corrompe un poco la esencia de lo que estoy escribiendo, pero como este blog mío es igual de revoltoso que mi cabeza, no puedo evitar recordar las palabras que brotan de la boca de Kurt Russel en "Death Proof", de Quentin Tarantino, mientras camela a una muchacha llamara Mariposa (y que poco después será su víctima): "esta noche no se te ha acercado ningún hombre, ¿verdad? Puedo leerlo en tus ojos. Y hay pocas cosas tan hermosas como ver a un ángel herido en su amor propio".


No creo que el amor/envidia de Anne por Sylvia fuera sólo porque ésta era físicamente más espectacular que ella, pero la frase de Russel deja caer que en el inconsciente colectivo subyace la idea de que si una mujer no es reconocida, frente a otra/s fémina/s, como la "número uno" en cierto ámbito, ésta no podrá por menos de sentirse infravalorada y dolorida, "como un ángel herido en su amor propio", como si una mujer, más que un hombre, dependiera de forma enfermiza de la aprobación de su entorno para tener un nivel de autoestima aceptable que le permita seguir avanzando en todo aquello que se proponga.


Me he ido por las ramas, pero seguiré hablando del tema en otro post.


De todos modos, yo sigo siendo presa del convencimiento de que la envida, en su lado más oscuro (porque hay quien habla de envida "sana" como sinónimo de admiración) es un sentimiento del que hay que procurar huir por mucho que nuestra soicedad la fomente como un mal inevitable del hecho de vivir en una jungla humana.

lunes, 12 de enero de 2009

Ubi sunt?

Como siempre que hay guerras o revueltas sangrientas en la esfera internacional, hay personajes con voz pública que tienen la "santa face" de justificar o no condenar o lamentar abiertamente crímenes a todas luces aberrantes (lo cual, para mí, constituye una comisón por omisión).

Leo los periódicos, veo y escucho las tertulias en televisión, y con perdón de la expresión, flipo en colores, porque...menuda panda de especímenes insensibles y obtusos puebla este mundo...

Mario Vargas Llosa, el otrora defensor acérrimo del Estado de Israel, dice haber cambiado de opinión después de haberse dado un par de paseítos por el barrizal de Gaza. Y ahora, bastante después de que empezara la Gran Carnicería en el Nombre de Jahvé, allá por 1948, dice que, jolín, os estáis pasando ya chicos, ¿no creéis que se os está yendo un poquito la mano? Luego no van a quedar ganas de ir a ver la última de Daniel Craig...
En fin, el Nuevo señor Vargas Llosa se pregunta que dónde están ahora esos presuntos defensores de la paz judíos como David Grossman o Amoz Oz. Eso me pregunto yo...

...y también un veterano contertulio del programa de Concha García Campoy que se ha comprometido a dar todos los días- durante una temporada, supongo, aunque no tiene ni para empezar: podría hacerlo a diario hasta el fin de sus días- dos nombres de dos intelectuales judíos que ahorita mismo están chitón chitón. Hoy han "caído" mi admirado Leonard Cohen y Bob Dylan. De Dylan ya me lo esperaba, tiene fama de hablar sólo cuando le va la vida en ello, pero Leonard Cohen...Confiaba en él, sobre todo después de leer un magnífico poema que escribió en contra de la invasión de Irak y del que publiqué aquí un extracto. Habrá que esperar...

En cambio, otro par de "master minds" del mismo programa, una escritora de esas que quedan finalistas en premios con nombre de cuerpo celeste (y toda una máquina de lanzar perlas) y un tipo que hasta hoy yo consideraba sereno y moderado, han escupido verdosos improperios hacia los que se han posicionado "sólo" a favor de las víctimas de Gaza, "¿qué pasa con los terroristas y las víctimas del otro lado?", "los progromos se extienden por Europa" (¡toma ya!), "¿qué hace Zapatero hablando de palestinos para inaugurar las elecciones en Galicia?"

Les escucho y flipo...Otro día escribiré un post explicando por qué Hamás no es un grupo terrorista al uso (y me importa un pimiento que los políticamente ineptos se rasguen las vestiduras: no, señores, Hamás no es un grupo terrorista como otros, ¿acaso la resistencia de Vichy lo era? Y prohibido paralelismos imposibles con Irlanda y el País Vasco).

En cuanto a hablar de Palestina en Galicia (del tema del antisemitismo me río)...Pues no sé...
Yo he estudiado que el mundo se organiza en muchas divisiones territoriales, en estados, comunidades autónomas, provincias, regiones...y el estar ubicado en una de ellas (aunque sea en un determinado momento político que afecta a ese pedazo de territorio)no creo yo que sea óbice para clamar por la paz en un lugar alejado de ese sitio pero donde, mira tú por dónde, están cargándose a diario a personas como si fueran cucarachas. Digo yo...

También tenía en mente criticar a la panda de payasos esos que, cada día más, pueblan ese mundillo siniestramente brillante llamado Hollywood, y cómo tampoco han dicho nada sobre Gaza en su galita de los globos dorados, otra de sus fiestecillas chirriantes y horteras en las que se premian los unos a los otros para enjabonarse los siliconados egos. Pero qué van a decir, si se trata de cantar las cuarenta al propietario de ese tinglado de cartón piedra donde todos quieren reinar y no envejecer por siempre jamás...

En fin, que... ubi sunt? los abanderados de la paz ahora...

Ay, pero qué miedo da plantarle cara a los mafiosos del patio...

domingo, 11 de enero de 2009

Otro domingo...



Los domingos...Otro domingo..., ¿quién os habrá creado, oh ancianos semanales? A veces me ponéis enfermo; otras, os adoro hasta la última gota de vuestra cansina savia...

Leo los suplementos culturales, los de hoy y los de ayer; es el día idóneo para hacerlo, con el sol de invierno chirriante, y el silencio callejero irritante e inquietante, y no sé qué más escribr que acabe en "ante"...

El caso: que leo los suplementos culturales. Al parecer, hace ahora doscientos años que Allan Poe murió (su vida fue una tragedia, apunto para los que no lo sepan), y un grupo de prestigiosos escritores (entre ellos Vargas Llosa y Carlos Fuentes) han escrito uno de eso "libros homenaje" que la mayoría de las veces son para "molarse a uno mismo" haciendo gala del (presunto) talento literario que uno atesora, más que por recordar a un escritor muerto y admirado. ¿Qué diría el viejo Poe si viera ésto? Bueno, al menos esta gente no se ha desnudado en un calendario reivindicando al padre de Annabel Lee y del Cuervo: se han limitado a escribir cuentos...

Para mí Poe siempre será el responsable último de esas deliciosas películas de la Hammer basadas en sus relatos, dirigidas por Roger Corman y protagonizadas por Vincent Price, uno de mis ídolos infantiles, y que al parecer se ha reencarnado en uno de mis inquietantes vecinos, ese hombre grande y solitario que tiene unos ojillos azules de demente y que viste camisas a juego con los pañuelitos del bolsillo de la americana.

Cuídense de las grietas en sus hogares, amigos míos. La suya puede ser una casa Usher más...

También he leído que Dante nunca habló con su amada Beatriz; que sólo la vio tres veces en su vida, y que ésta murió con apenas veinte años. Vaya...En cierto modo es lógico que una joven así fuera la Musa absoluta del señor de los círculos infernales, porque ¿puede haber un amor más puro que el vivido desde la lejanía y el desconocimiento, alimentado únicamente por la fantasía y la idealización, impalpable pero no por ello menos intenso? Un amor platónico nunca causará disgustos ni se verá contaminado por las toxicidades de la nauseabunda vida cotidiana: crecerá y pervivirá en las mentes que lo engendren como una gema vírgen, inmune a la erosión de la realidad. ¿Cobardía, inmadurez, locura? Tal vez, pero quién puede negar las ventajas de un amor platónico...

sábado, 10 de enero de 2009

Paranoias febriles (I)


El año pasado estuve enfermo, muy enfermo. Mi pequeño mundo quebró en varios pilares que yo consideraba imbatibles y ello me hizo enfermar. Me subió la temperatura como nunca me había subido, y en mi cuerpo, más amigo del frío que del calor, ello provocó estragos. Deliré de fiebre unos cuantos días, los sueños kafkianos me impedían conciliar el sueño; sólamente me aliviaba la medicación, y en aquellas pequeñas treguas, aún resentido por el delirio febril, decidí escribir lo que me surgía, por lo que el resultado no era precisamente coherente. Hoy he releído esos párrafos absurdos y he decidido publicarlos aquí para compartirlos, para darles la relevancia que se merecen, aunque sean desquiciantes y estén alejados de las milimétricas pautas de los escritores que admiro. Ahí van, y si ven que no los soportan, les comprenderé, déjenlos, no me sentiré ofendido. Palabra.


Esto es el fin, ¿o no? Vaya, pues te comportas como si lo fuera, te comportas como si hubieras tocado fondo. A diario, a todas horas, de forma enfermiza, recuerdas el pasado, lo diseccionas, lo paladeas, lo ensalivas, lo saboreas, y siempre te ocurre lo mismo: que te sabe mal. Y tú eres el que peor salido sale a la hora de repartir responsabiliadades. Esto es el fin, ¿no? Mueres en vida. El discurrir de tus días es..., ¿un suicidio de ejecución continuada? Creo que me entiendes. Esto es el fin. Qué vas a hacer ya...Demasiado tarde para escapar, cambiar, metamorfosearse y demás tonterías. Quien nace cuervo muere vestido de negro.

La mañana gotea hastío, y sobre la mesilla de noche, brota monótono y anodino el sonido del teléfono aburrido. El calor de la calefacción es falso calor, busco el frío afuera. El aparato de música me regala una canción que escucho, pero que no entiendo, en un idioma extranjero. Es domingo. Y no me gusta. Porque me estoy muriendo.

Has vuelto a caer...Es gracioso, ¿o acaso creías que alguna vez te fuiste de aquí? Tenemos buenos parajes, oscuros y anchos. Te dejamos perderte, si quieres; pero no te ofendas si te digo que no hay sitio para los que se enfadan y se van. Esto es así, todos los días, para siempre. Si te disgusta lo comprendo: hoy tenemos una sala para las quejas.

Cometiste un delito, hace ya, tiempo, años.
Cometiste un delito, ahora lo ves claro,
como si antes soñaras
con gloria y fortuna,
y eximentes de pacotilla
y perdedores aliviados en paraísos
infantiles.
¿Cómo sabe el suplicio?
He oído demasiado al respecto.
No caigamos en el tópico.
El dolor no es plato para los glotones.
Otros, me dicen susurrando, que
el otoño es peor,
aunque sea en invierno cuando hiele,
pero qué...No me apetece
hablar de las estaciones.
Tú me entiendes, sonriemos entonces...
Brindemos. Todos estamos locos
y algún minuto moriremos.
Lo tenemos todo.
Ahora destrúyete,
la copa espera...

Soñé con esa casa verde,
mítica, monolítica, enmohecida.
Y con una puerta marrón, entornada,
por donde entraban a sus anchas
los criminales.
Pobre mi casa, mi pobre casita.
La desprecian tanto...,
¿por qué no acampar en ella?
No es obligatorio
arremolinarse en la cama,
la cocina es cálida,
te dejo romper algunos muebles,
si quieres.
El aparador, te sugiero,
nunca me gustó...
Era un regalo.
Te diré un secreto, ingenuo:
hoy he abierto el armario de
los disfraces y una termita
me ha aplaudido en la cara.
Titubeé antes de
estamparla contra el aire,
con la manga del abrigo
de pieles polares,
luego
cogí el álbum de fotos viejas
y comenzó mi PESADILLA.



lunes, 5 de enero de 2009

El trocito de hoy

Al piano, mi tía se fundía con el marfil y la madera como si su cuerpo fuera una prolongación del instrumento.
Las pasiones incontrolables que mueven a los hombres beben de las más diversas fuentes. Unos se decantan por el arte y anhelan plasmar en el lienzo de la creación la perfección plástica e imposible de los sueños; también existen los responsables de conceder al mundo sus descubrimientos e ingenios para paliar las incomodidades que conlleva la existencia; en cambio, otros se conforman con pasarse la vida distrayendo a su dañina falta de ilusiones inmiscuidos en una terrenal y tremenda vulgaridad sin pesquisar nada que les pueda hacer escapar de lo más estrictamente material, lo gris y predecible del oficio de vivir.
La tía Eloísa había escogido la música, y sin necesidad de sopesar si había sido una acertada opción para aquella mujer, estaba claro que aquel arte había constituido el leit motiv de su existencia. Yo, en cambio, acomplejada por mi mórbida terrenalidad, no tenía aún un cauce por el que pudiera discurrir mi pasión creadora, científica o social; bueno, eso si realmente atesoraba en mi interior semejantes fuerzas cautivadoras, ¿y si tal vez no había en mí nada prodigioso? ¿Podría vivir siendo consciente de ello?

domingo, 4 de enero de 2009

La balada del domingo triste (o brainstorm dominical)


Escucho en la emisora clásica a un inquietante compositor japonés cuyo nombre no logro recordar. Nacido en el siglo XX. Coetáneo de Bernstein. Adapta un poema de Makoto qué-sé-yo. Suena a maquiavélico, cajitas de música inquietante, princesas orientales conspirando mientras danzan con la Muerte. Veo un reportaje sobre agujeros negros. Black Holes and Revelations de Muse suena en mis oídos. Me encanta. Los científicos dicen que la materia oscura, los agujeros negros y la energía osucura son Grandes Misterios. Los agujeros negros...Ójala se pudiera viajar a través del tiempo...Quizás cuando sea anciana sea posible, y retroceda a este instante y escriba en este post: "al final, ¡se descubrió cómo hacerlo y yo lo hice!" O "lo haré", qué lío...Y dicen que la energía oscura es como un baile en el que las damas van de blanco, los caballeros de negro y todos danzan, pero sólo vemos a las damas, lo cual no quiere decir que los caballeros no existan. Eso es la energía oscura. ¿Confuso o demasiado sencillo? No me queda muy claro...Más de 400 muertos en Gaza, y nadie hace nada, nada, nada...Yo soy nadie. Y hago nada. Nada. Londres, París, la ya caldeada Atenas, sí que lo hacen, pero se decantan por la fuerza bruta e improductiva: violencia callejera, destrozos urbanos. Eso tampoco es muy útil. El Invierno Nuclear. Te buscaré en el Invierno Nuclear, cuando todo haya terminado y sólo nos quede la esperanza de comenzar algo nuevo. Últimamente adivino las frases de las películas, lo que va a decir un actor antes de abrir la boca. Y también qué va a suceder en la siguiente escena, y, a veces, incluso cómo va a terminar la película. No soy bruja, simplemente asisto irónica y estoica a la agonía anunciada del Séptimo Arte. La balada del domingo triste. Gracias por el título, lady Carson McCullers. Transcribiría varias frases de doña Lispector, pero el eterno problema, "tempus fugit", y que recojas virgen las flores, y todo lo demás...Más radio clásica, dicen que "malinconia" es tristeza, y que existen varias clases de tristeza, como clases de blanco para los esquimales, aunque Homer Simpson mantenga que los esquimales no existen. No sé, o quizás sé demasiado y me hago la ingenua...Para mí, amistad y rivalidad son antónimos, para otras no...Quedátelo y cómetelo, ni siquiera me gusta ya...Para mí los dos sois historia. No, miento, miento...No me hagas decirte que te quiero. Me sentiría ridícula, ajena a mi orgullosa estampa...Déjame morir petrificada...Hoy es el cumple de mamá. Y está enferma pero plácida. Le he regalado el perfume que ambas utilizamos en tiempos pasados. Lo olemos y se nos saltan las lágrimas...Y yo aún no soy vieja, pero me siento una anciana desde que cumplí los 9 años. ¿Por qué no puedo ser n.....? Los ingenuos, los malos, no deben sufrir tanto. Venga, Clarice y acabamos: "para los que yacen encarcelados las lágrimas forman parte de la experiencia cotidiana; día sin lágrimas es un día en que el corazón está endurecido, no un día en que el corazón está feliz".

jueves, 1 de enero de 2009

Apañando...

Sigo apañando mi novela, a duras penas (la escribí hace 10 años y combato con las ganas de ocultar a la humanidad tan infantiles y vergonzosas líneas), y voy a transcribir aquí este trocito que me ha hecho volver a preguntarme por qué a las personas nos atráen tanto las relaciones masoquistas:

-Pero aunque tuviera bien definida mi parcela en su vida, Laura parecía estar continuamente enfadada conmigo, pese a que yo no lograra intuir el porqué, y no hacía más que ver defectos en mí. Traté de salir de la clandestinidad a la que ella nos había condenado, de invitarla al cine, al museo, a cenar, porque quería demostrarle que lo nuestro podía ser más que un juego de locos, una poco saludable escapada de la rutina. Quería que viera que podíamos ser una pareja normal, aunque fuéramos unos críos, con un mínimo de coherencia y sensatez. Pero apenas se lo insinuaba a Laura, ella se moría de risa y me decía que estaba loco, y que ella pasaba de chorradas sentimentaloides, que estábamos bien como estábamos. Y poco a poco, fue introduciendo comentarios crueles y malhumorados sobre mi persona en sus chanzas.

-¿Qué te decía? ¿Qué te hacía?-pregunté ansiosa.

Henry pareció incómodo con mis preguntas y no me contestó. Me miró agitando la cabeza de un lado a otro en señal de negativa y mordiéndose el labio inferior. No me especificó en qué se basaba aquel “maltrato”, quizás porque las cosas que Laura le decía eran tan desagradables que no quería volver a condensarlas en palabras. Por eso continuó hablando como si no le hubiera preguntado nada.