domingo, 30 de agosto de 2009

Al final, me he reconciliado...

con el Sol, la playa y el verano.

Durante mucho, les desprecié;
me parecían indignos de levantar verdaderas pasiones y desvelos; burdos, pegajosos, sucios, fáciles de apreciar y malgastar,
como un algodón de azúcar rosado que se deshace
mágicamente
en la boca
dejando, tan sólo, un regusto a arena refinada
y cierta desagradable sensación en los labios,
como de haberse embadurnado de pegamento.

Pero me equivoqué...

El Sol, la playa y el verano
también poseen su valía, su talento...

Sin ir más lejos,
me han ayudado a serenarme, a pensar y a encontrarme en mitad de un océano de tiempo
en el que comenzaba a verme perdido,
sin remedio.

martes, 18 de agosto de 2009

El tiempo pone a cada uno en su lugar...

qué sabias palabras de las que tanto me burlaba. Supongo que es lo que tiene ir cumpliendo años: uno descubre el sensato pero terrible maestro que es Maese Tiempo.

Al ritmo impuesto por las agujas del reloj, los Malos se convierten en los Buenos, y viceversa. Lo estoy viendo; últimamente, mucho.

Porque el tiempo pone a cada uno en su lugar, y las personas bondadosas y poco dañinas que en el pasado fueron tratadas injustamente, llega un momento en el que comienzan a ser de nuevo queridas y buscadas. En cambio, esas malas personas que a base de risas impostadas, simpatía sintética y malas artes se ganaron el cariño de sus semejantes, empiezan a ser cuestionadas a raíz de una serie de actitudes sospechosas que llaman la atención de los medianamente juiciosos.

Así, los papeles se invierten. El Ángel Caído comienza, poco a poco, a remontar el vuelo rumbo al Paraíso, y el en teoría Ángel Bueno, es ahora el sospechoso.

Qué cosas tiene la vida, ¿no?

domingo, 16 de agosto de 2009

Huír de la Fiesta

Lo llaman Fiesta, y no es más que un Festival de Penosidades...

La gente deja en casa su piel civilizada, esa que permite trabajar civilizadamente, emparejarse y hacer amistades civilizadamente, caminar por la calle civilizadamente (como un maniquí de grandes almacenes) o pasar inadvertido en un restaurante o en un teatro, civilizadas ubicaciones masificadas para urbanitas despersonalizados sin ganas de hacer demasiado ruido..., pero con la Fiesta, oh, creedme que con la Fiesta todo es diferente...

El alcohol fluye con saña, y no ese alcohol dulce y rico de las comidas y las citas pausadas...No, no: ahora se trata de ahogarse en un líquido repugnante más cercano a un remedio para heridas que a una bebida excitante. Porque el alcohol de la Fiesta es más: la savia que permite enfrentarse, durante cierto tiempo, a esa Civilización atosigante que se sube ya al cuello, amigo mío, y reprime a la bestia que uno lleva dentro.

Lo llaman Fiesta, y la Masa, lo único que hace es gritar, saltar, ¿bailar?, insultar, expresar sin contarpisas sus más vergonzosos deseos y anhelos, mostrar muecas descompuestas en rostros hartos de la educación y los usos sociales. Y la Masa aguanta resignada, cansada, harta, porque a nadie le gusta encontrarse con otras bestias desfogadas: eso no tiene gracia. Los seres festivos se tropiezan, se manchan, se insultan, se hablan, se molestan y se agreden, y los cuerpos sudorosos y alcoholizados de desconocidos se causan repugnancia recíproca en un auténtico festín de descontrol humano...

Asco. Dolor. Cansancio. Más de lo mismo. ¿Por qué todo tiene que ser tan... feo?

La madrugada trae ese delicioso frío cuasinocturno que me calma los ánimos. Y digo BASTA. Recurro a mi música oscura y melancólica, a mis hermosos profetas del desasosiego (entre otros, Placebo con The Cold, y sobre todo, el ángel Dave Gahan y su Saw Something), e inicio el largo recorrido de camino a casa. He decidido huír de la Fiesta.

Cuando me pregunten, diré que yo también estuve en la Fiesta. Y la gente me sonreirá: seré uno más del rebaño social.

miércoles, 12 de agosto de 2009

existo

¿Quién soy?
¿Por qué tengo este nombre, este físico, esta vida?
¿Por qué cada día que pasa soy más capaz de separar mi continente de mi contenido?
¿Hace cuánto nació lo que soy ahora?
¿Por qué tengo esta edad si no soy esta edad?
¿Estoy loco/loca? ¿Y vosotros? ¿Quiénes sois? ¿Estáis locos? ¿Os conocéis? ¿Estáis seguros de lo que sois?
¿Por qué me quieren, me odian, me llaman, me olvidan, me buscan, me ignoran, me..., me..., me...?
¿Por qué no puedo escapar de aquí? ¿Hay alguien que me está mirando, soñando, pensando, imaginando? ¿Quién me ha creado? ¿Quién me eliminará? ¿Hay alguien ahí o estoy solo?
¿La vida es un desierto y nadie conoce a nadie? ¿Flaubert se equivocó? ¿Quién era Flaubert? ¿Por qué hablo de él si no le conocí, si ni siquiera sé si existió? ¿Y vosotros? ¿Estáis seguros de que existis?

¿Quién soy? ¿Por qué tengo esta cara, este cuerpo, esta vida? ¿Lo pedí yo sin darme cuenta? ¿Me gustaría ser otro, otra? ¿Sería todo mejor, más sencillo, diferente?

Pregunto, luego...