viernes, 17 de abril de 2009

Diez años después...

nos hemos reencontrado,
y he descubierto que el abismo del tiempo
es un simple riachuelo
para los que gozamos de buena/sanguinaria memoria.

Porque para mí,
todo ha sucedido ayer, o la semana pasada,
hace un mes, a lo sumo...
Las vivencias no entienden de pasado en mi ser;
la consciencia subyuga al vacío
en mis remembranzas.

A veces me gustaría no acordarme tanto de todo...
Más que nada,
porque sólo con pocas personas
puedo compartir
semejante marea de eventos marchitos
pero aún hermosos y coloridos,
como las alas de mariposas difuntas
crucificadas en el estuche de un coleccionista
de belleza
muerta.

Ayer no fue la excepción.

Ingenuamente pretendí revivir un importante
pellizco de vida
dejada atrás,
pero descubrí a una persona totalmente diferente,
que no menos digna o adorable.
Una desconocida, al fin y al cabo.

El ser que yo conocí hace diez años,
y que deseaba con ardor volver a ver,
ya ha perecido en algún intrincado vericueto
del Demonio del Tiempo.

Cómo duele comprender que en esta vida
lo que más pesa
es el árido Presente.

2 comentarios:

Esti dijo...

me gustó este post, ian.

hace poco, santi y yo recordábamos a "la hermana contrahecha que espiaba tras la ventana", jeje.

esos momentos pasados en los que hubo risa, amistad, ternura.. siguen vivos.

al menos dentro de nosotros.

y supongo que, a fin de cuentas, ése es el único lugar importante.

Ian Grecco dijo...

¡Jejeje! Mi querida hermana deforme...que luego se convertía en un ángel...¡cómo olvidarlo!

Como te digo, todo eso lo vivo como si fuera ayer...Y me alegro de seguir teniendo tan buena relación contigo seis años después de aquel viaje, fue genial...

Por cierto, ¡tengo el cuaderno azul que compramos para escribir cosillas! Cuando vuelva a verte, lo llevaré, que lo tengo secuestrado...Ya verás cómo nos reímos...