martes, 3 de marzo de 2009

Familia (I)


Apenas la menciono (casi tan poco como a mi vida sentimental), pero está ahí.

Papá, cuyos comentarios sobre las películas que vemos juntos (comentarios simples pero contundentes, desarmados de toda clase de superficialidad o maniqueísmo o tendencia al tópico, propios de personas cuyas dotes de observación en ciertas materias no han sido contaminadas por frases y observaciones hechas ni deseos de erigirse como santos eruditos en dichas disciplinas), han provocado que me haya decidido a bautizar un nuevo genéro cinematográfico: las "películas con CDP", es decir: películas con Comentarios De Papá.

La primera fue El Señor de los Anillos ("pobre enano", "mira qué hostias se dan los viejos", "qué castillo tan bonito"), y la última, Promesas del Este, magnífica película que yo ya había visto, pero que decidí volver a ver con papá (un día en el que no me encontraba especialmente feliz) porque me imaginaba la clase de CDP que recibiría y que me harían pasar un rato inolvidable: cargado de risas y de ternura.

Deberían vender ediciones especiales de ciertas películas con CDP. No saben lo que se pierden. Cómo me río, pero en silencio: porque él no sabe lo cómico y tierno que me resulta. La grata terapia que me concede al escucharle decir lo que piensa, manifestar su opinión de forma tan sana, tan pura, tan humilde.

4 comentarios:

PePe dijo...

"Pobre enano"... Joder. Nadie ha resumido mejor la esenia de Gimli en tan pocas palabras. Me quito el sombrero ante vuestro padre, seño Grecco.

PePe dijo...

Perdón; quería decir "esencia" en lugar de esenia.

Esti dijo...

jajaj

qué bonito, ian!

qué suerte poder disfrutar
de algo así :)

Ian Grecco dijo...

¡Gracias, amigos!

Pero por cierto, señor Pequeño Perdedor (le llamaría por sus dos iniciales pero no creo que el resultado final sea de su gusto...), lo de "pobre enano" es aún más tronchante: mi querido progenitor no se refiere a Gimli, ¡sino a Frodo cuando Arwen lo lleva en su caballo, medio muerto tras ser herido!

Vamos, que a Grecco padre le da igual si se trata de hobbits o enanos: todos son enanos. Y pobres, por supuesto.