miércoles, 14 de noviembre de 2007

Confesión


"Al final, descubrí que mi problema era que me esperaba más de la gente; en ocasiones mucho más, muchísimo más..."

2 comentarios:

Esti dijo...

quizá uno debe dar y, simplemente, no esperar lo mismo.. o en la misma medida

para alegrarse si recibe algo (como un regalo inesperado)
y no sufrir si eso no ocurre

supongo que yo estoy en ese aprendizaje

creo que lo difícil es comprender que uno tiene sentido en sí mismo, al margen de su relación con los demás

conseguido eso, uno ya no "necesita" de ellos y puede empezar a quererlos libremente, a ser generoso de una forma más auténtica

Ian Grecco dijo...

Es cierto, buena reflexión. Pero de todos modos, no puedo evitar sentir un hondo desprecio por los ingratos...