-No, Henry, no: esto es asqueroso, la gente es asquerosa…
-No, ¡maldita sea! ¡Deja ya a la gente en paz! El problema no es la gente, el problema lo tienes tú, ¡acepta la realidad ya, de una vez!
-La realidad apesta.
-¡Es lo que hay!
-No sé, no sé…, yo, ahora, sólo quiero volver a Londres.
-Quieres huir y cuando estés allí, desearás volver a huir y retornarás a Bilbao, o te esconderás en otro sitio, estoy convencido.
-¿Por qué siempre escojo la opción equivocada?- pregunté desesperada al cielo.
-Eso es una falacia. No hay opciones equivocadas. La vida es única e irrepetible. No es un ensayo general. Nunca sabrás si te equivocaste o no; nadie te dejará contemplar el camino justo porque no existe el camino justo- predicó con convicción aquella parrafada algo difícil de asimilar.
-Pero cuando era niña yo sí que sabía cómo quería ser. Y voy a cumplir los dieciocho y no me parezco a esa idea ni por asomo
-Ana: aún eres una niña.
-Una niña chiflada que pretende que el tiempo se detenga para siempre.
-Pero no puedes hacer nada, demonios. ¿Qué quieres? ¿Enfrentarte al mundo, a las leyes cronológicas, a la ley de la naturaleza, a Dios?
-Yo no creo en Dios-mi frase sonó como una hiriente blasfemia frente a la iglesia.
-Mentira, tú sí crees en Dios, en tus propios dioses, más bien.
-Pues esta tarde he matado a mi Diosa, a Laura. Ya no creo en ella.
-Y en mí, ¿crees en mí?
-¡Henry!- grité, gemí- ¡No me vuelvas loca! ¿Cómo que si creo en ti? ¿Qué clase de pregunta es esa?
-¿Crees en mí?- repitió como si nada- Porque yo sí creo en ti.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
Me gusta ver ian, que tu larga estancia en el extranjero, que tus largos viajes de meditación, no han cambiado tu forma de pensar y de redactar...lo demuestran todos tus comentarios.
Y esto no te lo digo porque mr. weaver sea amigo tuyo...también lo dice gente que no te conoce, de ahí los abultados trofeos que adornan tu estantería.
Enhorabuena por tus premios, y sigue utilizando esa pluma que tanto me entretiene y me hace disfrutar.
Un saludo y una pregunta:
¿Quién fue el pobrecit@ que recibió el latazo?
Jejeje...Su curiosidad me halaga. Mi novela estará lista para Año Nuevo, y se la pasaré a ver qué le parece...Pero bueno, le adelanto que la que recibe el latazo es una Inspectora de Educación, que no de Trabajo...Bueno, que sepa que la novela la escribí de un tirón a los 17, ¿eh? Y entonces no sabía cómo iban a salir las cosas...
Pronto conocerá la trama entera, ¡gracias por su curiosidad, eso es bueno!
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