Dios, pero qué viejo me siento...
No sé qué va a ser de mí dentro de diez, quince, treinta años...¿podré soportar llevar conmigo tantos recuerdos, sensaciones, obsesiones, alegrías, tristezas, desengaños y sueños cada vez más neblinosos y accesibles? Quién sabe...Pero comienzo a comprobar que la vida no es tan corta como nos dicen, es larga, terriblemente larga...O al menos eso pienso hoy, quizás mañana o pasado crea justamente lo contrario y lo plasme aquí.
Mi pasado vuelve a mi presente como un tsunami rocambolesco que arrasa con mi presunta serenidad, y después de dejarlo todo por los suelos, retorna a su misteriosa morada...
Estoy enfermo, será eso...
No sé qué va a ser de mí dentro de diez, quince, treinta años...¿podré soportar llevar conmigo tantos recuerdos, sensaciones, obsesiones, alegrías, tristezas, desengaños y sueños cada vez más neblinosos y accesibles? Quién sabe...Pero comienzo a comprobar que la vida no es tan corta como nos dicen, es larga, terriblemente larga...O al menos eso pienso hoy, quizás mañana o pasado crea justamente lo contrario y lo plasme aquí.
Mi pasado vuelve a mi presente como un tsunami rocambolesco que arrasa con mi presunta serenidad, y después de dejarlo todo por los suelos, retorna a su misteriosa morada...
Estoy enfermo, será eso...
Coronaré este post con una foto de Gene Tierney. En ella siempre encuentro el sosiego...
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