LA PIEL QUE BRILLA
Director: PHILIP RIDLEY
Género: Drama
Premios: SITGES: Mejor actriz Lindsay Duncan. Mejor fotografia Dick Pope. LOCARNO: Premio CICAE. Leopardo de plata. Premio de la critica internacional FIPRESCI. STOCKHOLM FILM FESTIVAL: Premio de la critica internacional FIPRESCI
Año: 1990
Reparto: Viggo Mortensen, Lindsay Duncan, Jeremy Cooper, Sheila Moore, Duncan Fraser, David Longworth, Robert Koons, David Bloom, Evan Hall, Codie Lucas Wilbee, Sherry Bie, Jason Wolfe, Dean Hass, Guy Buller, Jason Brownlow
Año: 1990
Reparto: Viggo Mortensen, Lindsay Duncan, Jeremy Cooper, Sheila Moore, Duncan Fraser, David Longworth, Robert Koons, David Bloom, Evan Hall, Codie Lucas Wilbee, Sherry Bie, Jason Wolfe, Dean Hass, Guy Buller, Jason Brownlow
Crítica de La piel que brilla por André Pons (la crítica que más me ha gustado sobre esta extraña y perversamente bella película)
"El despertar de la inocencia de una frágil alma acosada por el mal de los adultos que lo rodean, con gotas de cine de terror desviándose al vampirismo aunque sin una gota de sangre es un golpe directo a la mandíbula del espectador ante el cúmulo de desgracias que rodean al niño en un mundo desesperado que no puede entender."
PHILIP RIDLEY no es un director famoso, ni medianamente popular, no tiene premios, su filmografía es muy escasa pues solo cuenta con tres filmes y algunos guiones.El ultimo, la interesante “la pasión de DARKLY NOON” donde volvía a contar al igual que en la piel que brilla con el gran actor VIGGO MORTENSEN que le quedaba unos años para alcanzar la fama con la trilogía de los anillos.Hablemos de esa obra maestra que sin duda resulta ser la piel que brilla uno de los filmes más bellos y a la vez crueles que he presenciado.
Bajo la visión de un niño se narran unos crueles acontecimientos en una aldea de los 50, una época retratada a la perfección. Abuso de menores, suicidios, locura, maltrato de animales, asesinatos. El despertar de la inocencia de una frágil alma acosada por el mal de los adultos que lo rodean, con gotas de cine de terror desviándose al vampirismo aunque sin una gota de sangre es un golpe directo a la mandíbula del espectador ante el cúmulo de desgracias que rodean al niño en un mundo desesperado que no puede entender.
Al final no sabes si llorar o gritar, la dureza te deja sin sentido con esa belleza extraña en su ambientación, fotografía magistral donde se puede soñar con tocar los campos que inundan la pantalla. La música es estremecedora dándole ese aire de pesadilla con un aroma poético en un de los filmes más sobresalientes de los 90 que increíblemente no le sirvió a su autor para alcanzar ningún tipo de notoriedad
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