Y se acabó la Navidad...No tengo nada interesante que contar, sólo que (sé que pensarán que estoy chiflado o que miento, o ambas cosas, pero mi familia puede atestiguar que es VERDAD) he descubierto un año más dónde estaba el regalito del roscón de Reyes.
Debo de tener un sexto sentido que me permite averiguar, año tras año (salvo alguna excepción), el lugar exacto de este rico bollo seco y circular donde el pastelero ha escondido una diminuta figurita, fea y malhecha la mayoría de las veces, que convierte a su descubridor en rey por un día (como en "Heroes" de David Bowie).
En esta ocasión me ha salido una virgencita/lavandera que debe medir medio centímetro y que tiene un razonable parecido con el "Ghost face" de la película "Scream". Algo macabro tenía que pasar...En fin, que he decidido que en 2008 esta figurita va a ser mi amuleto. La llevaré a mis exámenes, en alguna cita trascendental..., yo qué sé: a ver si tengo poderes más allá del Roscón de Reyes.
Felicidades y bienvenidos a un nuevo horror: las Rebajas...
5 comentarios:
jejeje....eres un crack ian....pero por cierto...no te quejes...que a mí me ha tocado una alubia....la comidad que más odio....me da a mí que eso es un mal presagio para este año...aunque dudo mucho que este año sea peor que el anterior...que ha sido lamentable para mi en todos los sentidos...especialmente el personal.
Ánimo, Mr Weaver. Como veo que por lo menos no ha perdido el sentido del humor, estoy seguro de que este año le va a ir mejor en todo. Y si las cosas salen mal en el amor, siempre nos quedará el juego (acuérdese de ese libro de Dostoyevski que le recomendé).
siempre sospeché lo de tus poderes ;)
jeje...pues no descartes ian que acabe como el de ese libro que me recomendaste y tanto me gustó...y si acabo como él....polina acaba peor seguro jeje
Ahora, como sigo pachucho de salud...esta gripe...me pondré a leer uno de los libros de bolsillo que meregalaron por reyes..."La Sangre de los incocentes". Que curioso, a alguien le sonará...
Recupérese, Mr Weaver, y cuando tenga tiempo (ya sabe de mi amor por el estudio), a ver si leo el libro aquel que usted me regaló.
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