miércoles, 25 de julio de 2007

El cielo sobre Berlín



La historia de un ángel que mientras se pasea por los cielos y las aceras de un onírico, desangelado y decadente Berlín, decide que quiere ser hombre.

La historia de un ángel que cansado de escuchar los pensamientos de todos los mortales con los que se topa, sueña con experimentar esos placeres y dolores que alborotan las mentes humanas.

La historia de un ángel que se enamora de una trapecista de un circo de mala muerte que pese a su destreza cuasi olímpica, malvive con representaciones del tres al cuarto y eventuales trabajos de camarera.

La historia de un ángel que conoce a Peter Falk, el hombre que fue el detective Colombo, y que guarda un divino secreto…

Al ver “El cielo sobre Berlín”, a uno le dan ganas de que le crezcan las alas, de subir a un trapecio, de recorrer las calles más grises de Berlín y de ver “Colombo” una vez más, porque Peter Falk, según esta película de Wim Wenders, esconde un secreto tras su archiconocida y desconcertante mirada…

Qué ganas tengo de ver la segunda parte de esta película, “Tan lejos, tan cerca”, aunque el protagonista ya no sea Bruno Ganz, sino su fiel y rubio compañero angelical.

Una película poética, profunda, hermosa…Una buena película.

lunes, 23 de julio de 2007

Una carta que no me publicarán

He visto como una vez más, en su suplemento del domingo 22 de julio, se acogen a la publicación del testimonio de una víctima del Holocausto, Rutka Laskier en este caso.
Siempre es delicado expresar una opinión que, de alguna manera, deja en un segundo plano una de las más oscuras páginas de la Historia, pero sucede que no puedo por menos de sorprenderme de la insistencia con la que se involucran en denunciar hechos acaecidos hace medio siglo, cuando aquellas víctimas son en la actualidad impunes verdugos. Pensé que era responsabilidad periodística dar prioridad a lo que ahora está sucediendo, lo cual no implica ignorar el pasado. Pero seamos sensatos: ¿acaso no habrá chiquillas palestinas que relaten en sus diarios las masacres que presencian continuamente? Y si apareciera un diario así, ¿le dedicarán cuatro caras de su periódico?

miércoles, 18 de julio de 2007

Películas


Últimamente, estoy viendo películas buenas. Sí, porque aunque parezca mentira, es posible ver películas buenas: basta con patearse la sección de DVDs de una biblioteca decente, ser socio de un videoclub generoso(es decir,que contenga tanto cine clásico como cine contemporáneo), o tener amigos cinéfilos dispuestos a prestarte pequeñas e inaccesibles joyitas del séptimo arte. Aunque a veces, la televisión también da gratas sorpresas, como con "El conde de Montecristo", hace un par de semanas, que me pilló desprevenido mientras ojeaba el periódico una aburrida tarde de domingo.

"El conde de Montecristo", una magnífica historia de amor y venganza, basada en la novela de Alejandro Dumas. ¿La historia? Un honesto marinero, Edmundo Dantes, enamorado de una bella joven, Mercedes, es injustamente encarcelado por su mejor amigo, Fernando, que también aspira al amor de la misma mujer. Condenado de por vida a estar encerrado en el lúgubre castillo de If, Edmundo envejece en una celda, junto al anciano abate Faria, durante trece años. Hasta que este hombre le revelará un secreto, un lugar donde hay enterrado un tesoro. Y la forma de escapar de la prisión... Así comienza la segunda parte, cuando Edmundo se convierte en el Conde de Montecristo...

Podría hablar de esta historia largo y tendido, pero digamos que lo que más me gustó fue ver (tristemente no he leído aún el libro) cómo un ser humano, sepultado en vida, entre porquería, ratas, humedad y rocas, consciente de haber sido engañado por su mejor amigo,logra mantener su interés por la vida y el conocimiento gracias a un impagable tesoro: la presencia de otra persona, el abate Faria en este caso.

Más adelante hablaré de otras películas que creo que merece la pena recomendar.



Ficha de la versión que yo vi:

The Count of Monte Cristo
Gran Bretaña / EE.UU., 2002, 131'

Dirección
Kevin Reynolds

Protagonistas:
James Caviezel, Guy Pearce, Richard Harris,Dagmara Dominczyk.

sábado, 14 de julio de 2007

Noticias No Comment: Estrés en el combate (09.08.2006)

REUTERS
Un soldado estadounidense fue sentenciado a 100 años de prisión por la violación y homicidio de una niña iraquí de 14 años y el asesinato de otros tres miembros de su familia. El sargento Paul Cortez, de 24 años, admitió que fue uno de los cinco soldados estadounidenses que participaron en la violación y asesinato de Abeer Kassem Hamza al-Janabi en Mahmudiya, así como en el homicidio de sus padres y su hermana menor después de beber gin y whisky mientras jugaban cartas en un puesto de control al sur de Bagdad. Cortez posiblemente sea liberado bajo palabra dentro de 10 años, bajo las condiciones de un acuerdo judicial.

Un médico militar iraquí declaró cómo había descubierto los cuerpos de la niña violada y asesinada junto a sus padres y hermana menor. "Fui el primero en llegar al lugar, la adolescente yacía desnuda, con las piernas abiertas, semiquemada, una bala en la cabeza bajo su ojo derecho", dijo. "Su hermana, de cinco años, se encontraba en otra habitación, una bala le había hecho explotar la nuca. El padre y la madre estaban acribillados a balazos en el vientre y el tórax", prosiguió.

El cuádruple homicidio fue inicialmente atribuido a las milicias iraquíes, hasta que surgió una segunda versión de los hechos el 20 de junio durante un informe "sobre el estrés en combate".

Palestina en viñetas


De paseo por una de las tiendas de comics que frecuento, he descubierto un tebeo nuevo titulado "Palestina", de Joe Sacco, cuya lectura/ visión creo que merece la pena. Abstenerse los más sensibles: esto no es manga rosa precisamente, sino un comic que ilustra y relata la cruda realidad que desde hace más de treinta años se vive en los territorios ocupados de Palestina. Es grato comprobar que empiezan a salir a la luz obras que reivindican y denuncian el padecimiento de un pueblo que siempre parece eclipsado en los medios y en las artes por otras tragedias humanas, pese a que ésta la podemos seguir a diario...Esto está ocurriendo AHORA.



PALESTINA, de Joe Sacco




¿De qué va? // Autobiográfico. Joe Sacco, periodista de profesión, nos narra en forma de cómic el viaje de dos meses que hizo a Palestina durante el invierno de 1991-92, durante la primera Intifada contra la ocupación israelí. A modo de "diario de viaje", Sacco nos muestra la situación que encontró en la zona y los testimonios de la gente que conoció, mostrando en sus viñetas el miedo, la tristeza, la frustración, la desesperación e incluso, a pesar de todo, la esperanza de los que viven allí.


Sobre el cómic // Palestina fue publicada originalmente en nueve comic-books aparecidos entre 1993 y 1995, que la edición española recopila en un único volumen. La obra ha atraído la atención de círculos ajenos al mundo del cómic, como lo demuestra que en 1996 fuera galardonada con uno de los prestigiosos American Book Awards y que este 2002 (de nuevo de actualidad por el recrudecimiento del conflicto en Palestina) haya recibido el premio a la Mejor Novela Gráfica en la Book Expo America.

miércoles, 11 de julio de 2007

Noticias olvidadas: El abuelo pobre

En este caso, lo que más lamento es no haber recortado no tanto la propia noticia, sino la fotografía con la que se ilustraba el reportaje donde leí esta noticia olvidada, titulado algo así como "Pobres en España". El nombre del periódico, ni lo recuerdo.

En dicha fotografía aparecía un anciano de alrededor de 75 años en la puerta de una cochambrosa morada (demasiado desangelada como para ser llamada "casa", y demasiado digna para ser una "chabola") rodeado de sus nietos. No recuerdo cuántos eran (alrededor de cinco chicos y chicas, creo) , pero me quedé con la imagen de una, la de 19 años, que repetía por segunda vez curso y llevaba una cazadora de cuero o de imitación de cuero, con cremalleras, estilo "Grease", y lucía dos tímidos ojillos que se clavaban en la cámara bajo un flequillo rubio y liso.

La historia era ¿triste?, no sé si es esa la palabra. El caso era que el abuelito se había encargado de criar a sus cinco o seis o siete nietos, él solo, después de que los padres de los respectivos se los dejaran por los más diversos motivos (pero digamos que todo desprendía un claro aroma a marginalidad y penuria, así que imaginénse). Él les había alimentado y lo seguía haciendo con su escasa pensión, y presumía de llevarles cada día al colegio, y de recibir un nuevo sueldo en casa, el de la nieta mayor, que trabajaba en una droguería y ganaba, de esto sí me acuerdo, 50.000 pesetas al mes. El abuelillo, que no hablaba precisamente como un desvalido, si no como un luchador nato, también reconocía, muy orgulloso, que preparaba la comida a diario a sus nietos, "echando cuatro granitos de arroz a la cazuela".

No recuerdo mucho más de la noticia, lo que lamento profundamente. Quizás también, aparte del sueldo de la droguería y la pensión del anciano, recibían algo más...(creo que había otra nieta trabajando). Y los detalles del lugar donde vivían también se me escapan, aunque según recuerdo era una pobre caseta situada en mitad de un descampado, y en la misma sala tenían salón, cocina y una cama donde dormían el abuelo y un nieto. Pero sí flota en mi memoria la frase del abuelo, que cerraba así su historia: "a ver si ahorramos algo y nos vamos a un piso de verdad, que esto es una pocilga".

Estés donde estés, querido abuelo, espero que al final lograras llevar a tus nietos a "un piso de verdad" y que siguieras "echando cuantro granitos de arroz a la cazuela", y que cuando la muerte al fin te diera caza, te fueras de este mundo sabedor de la gran tarea que habías realizado, sabedor de que eras un héroe anónimo, un pequeño Dios silencioso, un rey de la bondad, un guardián de cinco, seis, siete pequeños de otro modo hubieran perecido en el peor de los destinos...Espero que te fueras de este mundo rodeado de cariño, y que los que te lloraron decidieran no olvidarte nunca, porque eso es la inmortalidad: que todo lo que valías haya dejado huella en los que te rodearon, haciéndolos diferentes y más valiosos.

Me despido con esta noticia olvidada, quizás pecando de cursi o pasteloso, pero no sé, en este mundo donde se admira a las estrellas de cine y a esos papanatas que ensucian el ya de por sí sucio televisor, creo que no hace mal a nadie recordar al abuelo pobre, que no el pobre abuelo.

jueves, 5 de julio de 2007

Noticias olvidadas: A sangre fría



...imágenes que impresionan los ojos y el corazón. Mohammad ad-Dara, 12 años, arrodillado junto al cuerpo de su padre, el rostro deformado por el llanto y el terror, mientras el hombre alza desesperado una mano en un patético intento de parar los proyectiles. Padre e hijo se aprietan contra el muro, al amparo inútil de un bidón de hojalata. Dura poco la agonía. Las ametralladoras barren el aire. Muere de esta forma, no lejos de su casa de Netzarim, el chico palestino, con la cabeza inclinada sobre las rodillas de su padre, que intenta una última y tierna caricia con su mano casi rígida, con su cabeza bloqueada en una postura antinatural a causa de los golpes que le han destrozado la espina dorsal. GIANCARLO GIOJELLI


Quería escribir, en mis noticias olvidadas, sobre ese padre y ese hijo palestinos que hace unos siete años, murieron destrozados por las balas israelíes delante de las cámaras de la televisión. Y buscando datos precisos en internet, he chocado con las palabras de este tal Giancarlo Giojelli que me han aprecido dignas de ser cortadas y pegadas en este espacio porque describen a la perfección lo que yo deseaba describir.
El padre del que habla el señor Giojelli era un palestino que trataba de proteger a su hijo con todo lo que tenía, su cuerpo, sin que nadie hiciera nada por protegerle a él. Frente a un muro, los israelíes les ejecutaron sin piedad. ¿Su delito? Ni me he molestado en buscar "explicaciones" ("trágico error", "eran terrosristas"..., etc), porque, ¿puede haber delito que merezca semejante castigo?

Yo vi la noticia cómodamente, en casa de una amiga, mientras comíamos con su simpática y numerosa familia en un pueblecito de la montaña. Cuando vimos aquellas imágenes, todos nos indignamos, "¡qué mundo es este que permite semejante atrocidad, en pleno siglo XXI, delante de las cámaras de televisión, qué horror, qué...!", y un sinfín de escandalizadas expresiones más...Pero luego, poco después, en la televisión pusieron otra noticia y nosotros pasamos al postre, y por la noche, nos ocupamos de nuestros asuntos; aunque quizás los más sensibles sí que pensaron en ese padre y en ese hijo...Pero allí quedó la cosa. El padre y el crío, o lo que quedó de ellos, digo yo que serían entregados a los suyos para que les enterraran, pero la madre, ¿dónde estaban la madre y esposa, los posibles hermanos, tíos, abuelos...? No sé, sucedió hace seis años y ya está olvidado. Nadie ha hecho gran cosa con ello, con ese dolor, porque a veces sí que se hacen cosas, películas, libros y ensayos inspirados en sangrientas páginas de la historia, pero esto..., ¿alguien se acuerda de lo que estoy contando? Con el olvido, amigos míos, estoy convencido de que llega EL HORROR.

De Vincent Price y semáforos


En mi ciudad han colocado semáforos con un peculiar mecanismo de cuenta atrás, de modo que que cuando se ponen en verde, un monitor colocado al lado del habitual hombrecillo verde que permite cruzar, va, segundo tras segundo y en orden decreciente, del 45 (creo) hasta el 0, recordándonos el tiempo que nos queda para cruzar. La cosa es un poco macabra, porque tan exacto mecanismo de advertencia parece querer decir que terminados los 45 segundos, los vehículos tienen derecho a atropeyarnos, estilo "El péndulo de la muerte", una peli de Vincent Price basada en un relato de Poe. Todo transcurre en un húmedo y oscuro castillo de Toledo en cuyas mazmorras existe un tremendo artilugio de la Inquisición en el que el desgraciado de turno es sometido a una sangrienta tortura que acaba en muerte... La cosa consiste en atar a la víctima en una camilla mientras del techo comienza a caer, oscilante pero imparable, un gigantesco péndulo afilado como el colmillo del Diablo. Vamos, que cuando el artefacto baja del todo, rasga las carnes abdominales del infeliz hasta destriparlo...Glup, quizás el símil peca de extremo...

Pero bueno, es que tiene su cosa que haya un reloj avisador, "se te acaba el tiempo, se te acaba el tiempo, ¡corre, incauto!", podría decir el chisme...También he fantaseado con la idea de que cada ser humano tuviera siempre con él un reloj de arena que le advirtira del tiempo de vida que le quedara en base a las decisiones que tomara, las personas que conociera, o los lugares por los que deambulara...Qué locura, será que el calor me está comenzando a afectar.
Sean felices.